jueves, 11 de febrero de 2016

Chao Kalfu, el Rey Azul


“Sus antepasados le contaron a mi bisabuelo muchas tradiciones. Supo que las primeras gentes de la Tierra habían bajado del cielo, y conocían el lenguaje de los animales, los árboles, el viento y las aguas... Ellos habían traído el idioma araucano del cielo, y es también el único idioma que se habla allá arriba, y del cielo lo trajeron los primeros hombres al bajar. El Rey Azul nuestro padre del cielo, había tenido a su lado siempre buenos espíritus, quiero decir, parientes, mi bisabuelo no sabía cómo eran, pero decía que semejaban sombras claras...

Cuando los espíritus miraban hacia abajo la Tierra y la veían pelada decían: “Allá abajo todo está desierto”. ¡Sólo aguas y rocosas montañas pero nada de vida! ¿Nos será permitido poblar ese mundo desierto?

Los espíritus amasaron innumerables formas distintas. Las hicieron con el material de las nubes, pero sólo resultaban de color blanco porque las nubes son blancas... como estaban destinados a la tierra no se podían quedar en el cielo, y tenían que arrojarlos hacia abajo... los nuevos seres lloraron y suplicaron, tenían miedo.
Mas los espíritus los consolaron: “es sólo por breve tiempo, apenas hayan poblado la tierra ustedes volverán aquí arriba”. No pierdan jamás de vista al Sol cuando se levanta y se acuesta. Si necesitan ayuda griten ¡om... oom... ooooom!! Nosotros los oiremos. Y cuando vuelvan al cielo brillarán aquí arriba y sus hijos serán guías en la noche.”



Del libro Historia de los Antiguos Mapuches del Sur. José Bengoa.


No hay comentarios:

Publicar un comentario